Adrian Hill (fuente Getty Images)

Adrian Keith Graham Hill nació en Charlton, Londres, en 1895. Participó en la Primera Guerra Mundial, llegando a ser oficial, sin embargo, en el campo de batalla dibujó innumerables obras que hoy se exhiben en el Museo de Guerra Imperial de Londres.

Al finalizar la guerra, Hill se dedicó a pintar profesionalmente y enseñó dibujo en las Escuelas de Arte de Hornsey y Westminster. Su obra se caracterizaba por la combinación de elementos impresionistas y surrealistas, junto con representaciones más convencionales, las que alcanzaron un grado de éxito en la época al ser expuestas en galerías británicas y extranjeras.

No obstante, en 1938 contrajo tuberculosis, lo que lo llevó a ser internado en el Sanatorio Midhurst, donde pasó tiempo dibujando los objetos cercanos a su cama. Es así como se da cuenta de que su proceso creativo le era útil para su propia recuperación.

Adrian Hill, Estudio de Árbol, 1968

Hill escribe,

«Me convertí en (…) un compositor diligente y pausado de producciones precisas a lápiz, cada una de las cuales, en términos de mi medio restringido, buscaba expresar mis reacciones personales a la irrealidad de mi existencia» (Hill, 1945, p.14)

En un inicio, el arte se convirtió para él en un medio para pasar el tiempo y transmitir su descontento por su situación actual. Luego, en 1939 la Terapia Ocupacional se introdujo en el sanatorio, y Hill fue invitado a enseñar dibujo y pintura a otros pacientes, que en un comienzo eran soldados heridos que regresaban de la Segunda Guerra Mundial, y luego comenzó a tratar civiles. Ahí encontró que la práctica del arte parecía ayudar a poner en orden la mente del paciente, a curar sus enfermedades o lesiones y poder liberar su angustia mental.

Pero no fue sino hasta 1942, mientras enseñaba a un pequeño grupo de pacientes que se recuperaban de tuberculosis en el sanatorio, que consideró el potencial de su práctica, “[comencé] a visualizar una panacea nebulosa para el aburrimiento, una forma de escape que combinaría las virtudes de un valor creativo y curativo” (Hill, 1945, p.28).  Posteriormente propuso lanzar un programa de terapia de arte adecuado en el sanatorio (Hill, 1945, p.29).  El Arte Terapia moderna se basa en el principio básico de que el arte puede sanar. Con este fin, Hill empleó numerosas tácticas para involucrar a los pacientes y aumentar su apreciación del arte (Hill, 1945, p.33-47). Alentó también a los artistas novatos a hacer garabatos. Esta tarea simple les ayudó a desarrollar habilidades fundamentales y aumentó su confianza en ellas (Hill, 1945, p.35-6). Los pacientes variaron mucho en cuanto al grado de habilidad artística, y Hill abordó cada una de sus necesidades individualmente (Hill, 1945, p. 33-40). Pese a que muchos de ellos eran reticentes a la eficacia del método, pudo promover en cada uno de ellos una apreciación por el arte, curarlos de sus prejuicios y de sus enfermedades corporales (Hill, 1945, p.51-8).

 

La influencia de Hill se extendió a medida que más personas se unieron a él para promover la curación a través del arte. A mediados de la década de 1940, la Asociación Nacional para la Prevención de la Tuberculosis implementó un programa de Arte Terapia en más de setenta hospitales y sanatorios (Hill, 1945, p.105). Luego participó, en conjunto con la Cruz Roja Británica, en la creación de un plan para que las reproducciones de obras de artistas famosos fueran expuestas en las salas de los hospitales en todo el país, mientras que los altavoces del hospital se dedicaban a difundir música y arte. Luego, se extendió a hospitales mentales. Pero esto fue sólo el comienzo de su visión. En 1964, se fundó la Asociación Británica de Arte Terapeutas (aunque estaba en desacuerdo con su evolución psicoanalítica). Él, junto con otros miembros influyentes del campo, fue fundamental para allanar el camino para las futuras generaciones. El trabajo de Hill fue un «instrumento para el tratamiento de enfermedades y la prevención de la infelicidad» (Hill, 1945, p.vi).

Adrian Hill, Cariátides

Adrian Hill falleció en 1977, dejando un gran legado habiendo abierto el poderoso campo del arte como herramienta de sanación.

FUENTES: Apuntes Arte Terapia, Art Therapy Centre