Hace un año, en julio del 2019, el Diario La Tercera publicó un artículo llamado Áreas verdes y salud: Una alianza inseparable”, donde afirmaba:

 

“¿por qué las áreas verdes parecen incidir de manera positiva en la calidad de vida de las personas? Obviamente no es algo fácil, ni tampoco hay sólo una respuesta correcta. Sin duda que la generación de oxígeno, la regulación de temperatura, los efectos en el ruido, entre otros, inciden. Pero un factor muy relevante también está explicado por los beneficios sociales que tienen las áreas verdes y cómo aumentando nuestras posibilidades de encontrarnos con otros, caminar por senderos, correr, jugar a la pelota o sentarnos en un banco a descansar, también aumentan las posibilidades de tener una calidad de vida mejor y así una mejor salud.

 

Lamentablemente, muchas de nuestras plazas no cumplen con los estándares mínimos para que todos esos beneficios se hagan patentes en la vida de las personas.

Muchas veces, la respuesta a esas problemáticas no tiene que ver únicamente con presupuesto, sino que más bien con diseño y con la voluntad (y ética) que requiere realizar espacios inclusivos. Primeramente, debemos conocer los estándares de diseño universal que existen, para lo cual la Fundación Ciudad Accesible ha diseñado un manual que todo diseñador debería emplear. Sin embargo, en la realidad, cuando se toman decisiones de proyecto, es la voluntad de integrar a todos los miembros de nuestra sociedad la que tendrá la última palabra. Muchas veces pensamos que es más difícil, o más caro, no obstante, también hay soluciones simples que pueden ayudar mucho.

Es por eso que les presentamos dos proyectos de espacio público inclusivo, uno ligado a la tercera edad y otro orientado a personas con capacidades diferentes. Los invitamos a leer y a inspirarse, sean diseñadores o no, ya que actualmente los mecanismos de diseño de espacio público incluyen participación ciudadana, por lo que todos tenemos la responsabilidad de velar porque todos puedan disfrutar de los beneficios que trae la naturaleza.

Jin Well-being County

Diseñadores: Shma Company Limited

Fuente: Landezine

Imagínense no solo un parque, sino que un distrito completo diseñado para el desarrollo positivo y con sentido de la tercera edad, después de todo, vivimos en un mundo que se está envejeciendo. Eso es Jin Well-being County que se ha convertido en el primer desarrollo de uso mixto orientado a personas mayores en Tailandia, y que comprende residencia, unidad comercial y hospital. Su planificación se centra en tres principios: «naturaleza sostenible», «bienestar físico» y «sentido de comunidad”. Aquí todos los aspectos están integrados en el diseño del paisaje para lograr una verdadera comunidad.

El diseño universal es otra prioridad principal, ya que todos los programas están conectados con rampas, pasamanos equipados y sin escalones adicionales. Estos caminos permiten que las personas mayores y personas con movilidad reducida puedan pasear de manera segura. Las ambulancias también pueden pasar fácilmente durante una emergencia. Los asientos se disponen a una distancia de 30-50 metros a lo largo de los caminos, donde los ancianos pueden descansar de vez en cuando. Se utilizan materiales de superficie rugosa para reducir el riesgo de resbalones, junto con una iluminación adecuada para el uso nocturno.

También cuenta con un Jardín Terapéutico, un punto destacado que garantiza el bienestar físico y anima a los usuarios a ejercitar sus cinco sentidos: vista, oído, gusto, olfato y tacto para lograr una salud integral, entre especies coloridas y fragantes. Aquí, el masaje de pies es posible en el camino de reflexología diseñado con varios juegos de piedras en bruto. También hay senderos especiales para fisioterapia diseñados en tres patrones: camino plano, camino en pendiente y escalones. Todos están equipados con pasamanos, lo que permite a los cuidadores caminar junto a ellos y animarlos a reconstruir sus puntos fuertes.

Magneten Sensory Garden

Diseñadores: MASU Planning

Fuente: Landezine

 

Pasando a una escala menor encontramos el jardín. Cuando diseñamos un parque pensamos que será por defecto un espacio abierto e inclusivo, donde todos se sentirán a gusto. Sin embargo, para muchas personas con capacidades cognitivas diferentes el espacio abierto, la acumulación de gente, el ruido y el movimiento pueden representar obstáculos imposibles de superar. Observando esto, en la ciudad de Copenhague fue construido un pequeño jardín dedicado especialmente a la estimulación sensorial, constituyendo un espacio protegido y adaptado a necesidades que muchas veces obviamos porque desconocemos. Todo esto construido sobre una losa de un estacionamiento, demostrando que “espacio… sí hay”.

“Una parte importante del método de tratamiento es limitar estratégicamente la entrada sensorial. Demasiadas impresiones hacen imposible que los usuarios experimenten algo, pero en un espacio tranquilo y controlado, pueden concentrarse y disfrutar de una impresión sensorial específica. Para algunos usuarios, esta es su única forma de disfrutar de la naturaleza, aquí hay un espacio tranquilo para oler las flores, sentir la lluvia y experimentar el sol y el cielo. Al estar en el centro de Copenhague, el espacio es un recurso limitado y este jardín necesitaba ser un verdadero oasis verde durante todo el año”, explican los autores del proyecto. El jardín consta de tres áreas: un huerto, un jardín de hogueras y un jardín de flores. Los tres jardines varían en tamaño y cada uno estimula diferentes sentidos.

Pueden encontrar más detalles y planimetrías de ambos proyectos visitando Landezine, un sitio especializado en mostrar buenos diseños de paisaje. Es de vital importancia entender que el diseño puede actuar en diferentes escalas, sobre diferentes superficies y con diferentes presupuestos para incluir a toda la comunidad en el disfrute de la naturaleza, pero para eso, primero debemos abrir nuestra mente a cuáles son las necesidades que personas mayores, personas con movilidad reducida o personas con capacidades cognitivas diferentes tienen.

Fundación ArtLabbé desarrolla diversos talleres inclusivos, es decir, donde participan de forma integrada niños, personas con necesidades especiales, adultos, familias y diferentes miembros de nuestra sociedad. Puedes dar el primer paso uniéndote a ellos, te aseguramos que el mayor beneficiado serás tú.