
Encerrados sin poder vernos, abrazarnos, sentirnos. Nos extrañamos. Nuestra comunicación, y en su esencia nuestra expresión, se ve limitada. Zoom no basta. Entendemos que algo que siempre estuvo presente no era obvio, es más, muy por el contrario, es vital. Sin embargo, entendemos que por un tiempo es necesario pasar por esto para poder abrazarnos de nuevo (todos imaginamos cómo será el día en que nos volvamos a abrazar sin miedo). Pero por ahora intentemos responder una pregunta más inmediata: ¿Cómo podemos sobrellevar de mejor manera esta situación de encierro que nos obliga a modificar nuestra forma natural de comunicarnos?
“El arte empieza en el momento en que el hombre crea, no con un objetivo utilitario como hacen los animales, sino para representar o expresar (…) el arte es un mensaje, un medio de expresión, una forma de contacto y de comunicación entre los hombres, tal vez anterior, incluso, al lenguaje.” (Pijoan, 1970).
“Bajo esta idea, el Arte Terapia nace como una herramienta natural que poseemos para canalizar nuestra relación con nuestra interioridad afectada por nuestra exterioridad”. (González, 2014)

Aunque desde la Antigüedad clásica se conocían los efectos del arte en la salud, fue en la Segunda Guerra Mundial que nació esta corriente terapéutica, precisamente desde un paciente, Adrian Hill, quien había llegado a ser oficial británico y quién estando interno en un hospital comenzó a realizar creaciones artísticas, comentando lo útil que le eran para sobrellevar su angustia. Resultó que esta experiencia le sirvió a otros pacientes para poder “comunicar por medio del dibujo los miedos y sufrimientos que habían vivido en el campo de batalla” (López Romero, 2004).
La misma autora explica que “el arte permite proyectar conflictos internos y, por tanto, ofrece la posibilidad de poder resolverlos. Toda persona es capaz de ser creativa y esto es una necesidad, un impulso innato en el individuo. Esta posibilidad de crear, es donde reside la gran fuerza terapéutica del arte” (López Romero, 2004). Sin embargo, también recalca que hay una diferencia entre arte a secas, que tiene la capacidad de distraernos y relajarnos, y el arte terapia en sí. En sus propias palabras:
“Las terapias del arte se ocupan de encontrar un lenguaje que permita manifestar lo que no se puede expresar de otra forma y tienen el propósito de tratar problemas psicológicos, afectivos o sociales con la asistencia de un terapeuta artístico. Lo importante en la terapia es el proceso que utiliza la persona para comunicar su interioridad y esto trasciende lo puramente estético.” (López Romero, 2004)
Vale decir que este es un proceso esencialmente comunicativo. No importa si eres niño o adulto, si tienes capacidades cognitivas típicas o diferentes. Mucho menos importa el que tengas o no habilidades artísticas. Lo importante es que tengas la necesidad de comunicar, y esta es precisamente una de las características propias del ser humano, que hoy se ve modificada por las condiciones actuales.

Es por eso que Fundación ArtLabbé te invita a expandir tus formas de comunicación. Ya aprendimos a usar un sinfín de herramientas tecnológicas para poder “estar” con quienes no podemos ver físicamente. Hoy la invitación es a estar contigo mismo, con tu inmenso mundo interior y conversar a través del arte. Te invitamos a un momento de relajación, de comunicación, de profunda interacción, pero por sobre todo de sanación.
Contáctanos para participar, solo o con tu familia, en nuestros talleres gratuitos semanales de arte terapia. Estamos seguros de que aprender a comunicarte con tu ser interno va a ser un regalo que aprecies todos los días, cuando al fin volvamos a abrazarnos. Hasta entonces, ¡nos vemos en los talleres!
FUENTES: Universidad de Chile, Universidad de la Rioja