Las Tiendas a beneficencia

En Chile hacia el 2016 existían 230.000 organizaciones pertenecientes a la sociedad civil, tales como ONG´s y fundaciones sin fines de lucro, lo que implica un gran potencial para poder contribuir a la solución de los distintos desafíos que tenemos como país. Sin embargo, y pese a que el Estado provee de distintos medios para poder financiar sus diferentes causas, tales como fondos y certificados de donaciones, el desafío por levantar el aporte monetario necesario para cada proyecto o iniciativa es enorme, y consume una gran parte del capital humano que poseen estos organismos. En este contexto, la actual pandemia que estamos viviendo no solo hace aún más patentes las necesidades que necesitamos cubrir, sino que hace aún más inestables las fuentes de financiamiento tradicionales, que muchas veces son donaciones de privados que ahora ven truncadas (o al menos inciertas) sus proyecciones de crecimiento, y que, por tanto, no pueden comprometer los montos esperados para la ejecución de proyectos sociales.

 

No obstante, esta no es la primera vez que pasamos por una crisis social de grandes proporciones y si ya hemos sido capaces de levantarnos ¿por qué no podríamos hacerlo ahora? Siempre es bueno observar la historia y aprender de ella, tanto para no repetir nuestros errores, como para aprender de la experiencia que ya nos sacó adelante alguna vez.

Las Tiendas de Caridad o Beneficencia, del inglés Charity Shops o Thrift Shops, surgieron durante el siglo XIX debido a una serie de procesos sociales paralelos que se ligaron a un cambio de patrones de consumo vinculados a la producción industrial, pero también al aumento de la inmigración, crecimiento de la ciudades y al aumento de la pobreza, lo que creó una oportunidad para generar un nuevo tipo de comercio en base a las donaciones de personas (que ahora tenían productos más asequibles pero menos espacio para almacenarlos) a tiendas solidarias, que pudieran dar trabajo a inmigrantes, y que  estaban usualmente relacionadas a instituciones cristianas que necesitaban financiar la ayuda social que proveían. Sin embargo, fue durante el periodo de la Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial cuando estas tiendas se masificaron hasta el día de hoy, llegando prácticamente a todo el mundo. Es increíblemente poderoso pensar en el alcance que puede tener el darle sentido al sufrimiento, buscando soluciones simples, pero que puedan beneficiar a millares.

En Chile las iniciativas ligadas a tiendas solidarias son muchas, tales como COANIQUEM, el Hogar de Cristo y la Tienda Solidaria, donde puedes comprar por fundación. En Fundación ArtLabbé recientemente inauguramos nuestra propia tienda solidaria, en la que puedes contribuir a diferentes causas y que te invitamos a conocer en Regala Consentido.

Finalmente, es cierto que hoy atravesamos por un momento duro, sin plazos definidos y de grandes incertidumbres, pero la historia nos ha demostrado que somos capaces de superar cualquier desafío si le damos sentido al sufrimiento en unidad, solidaridad y altruismo, por lo que especialmente en esta Navidad, te invitamos a contribuir buscando los regalos para quienes más quieres en tiendas benéfica, dándole un sentido profundo a las compras que hagas, pues como hemos visto, este tipo de tiendas son una gran herramienta para apoyar distintas causas que apoyan a los miembros más vulnerables de nuestra sociedad. Es por esto que te invitamos a elegir una causa y apoyar con un regalo. Miles de personas te lo agradecerán.