“Si haces un barrido por todas las películas en las que he trabajado, puedes entender que era especialista en westerns, historias de amor, películas políticas, thrillers de acción, películas de terror, etc. En otras palabras, no soy un especialista, porque he hecho todo. Soy especialista en música”.

Ennio Morricone

Quizás pocas personas puedan llamarse especialistas al nivel que llegó a ser Ennio Morricone, quien, si bien nos dejó a los 91 años, sigue viviendo a través de su gran legado, que constituye más de 400 composiciones para películas de todo tipo. Su espíritu habita en los acordes que escribió, los que tienen la capacidad de elevarnos, otorgarnos paz e incluso descanso. Quien escuche su música no puede negar el poder sanador del arte y tampoco desconocerá que Ennio fue un verdadero artista de nuestro siglo. La belleza que nos legó es simplemente infinita. Ante un legado como el suyo sólo podemos agradecer.

Su vida

 

Hijo de un trompetista y de una ama de casa, Ennio Morricone fue el mayor de cinco hermanos. Su familia, de clase media, vivía en el barrio del Trastevere. Con sólo diez años, y tras foguearse en la orquestina aficionada de Constantino Ferri, Morricone se matriculó en el Conservatorio de Santa Cecilia para estudiar trompeta y tres años más tarde fue escogido entre otros estudiantes jóvenes para formar parte de la orquesta de la institución.

Luego, durante la II Guerra Mundial se dedicó a tocar la trompeta junto a su padre, en diversos hoteles. La situación económica de la época era difícil y esto lo hizo buscar el sustento para su familia en composiciones para la televisión. Es difícil imaginar qué hubiera sido de la posterior carrera de Morricone sin estas circunstancias, pero la historia quiso que, en 1961, el mismo año en que nació su hija Alessandra, compusiera su primera banda sonora para el cine.

La creciente actividad cinematográfica le haría abandonar a finales de la década la faceta ‘culta’ de su producción, sobre todo a raíz del estruendoso éxito de la música para El bueno, el malo y el feo (1966), de Sergio Leone. Músico de gran intuición, Morricone dejaba ‘hablar’ a la historia y huía de divismos de autor. No olvidemos que una curiosa teoría de Morricone es la de que los aciertos musicales no pertenecen al compositor, sino al filme, “Lo que prima es la necesidad de la historia que cuenta la película”.

Sorprendentemente, recién en la edición de los Oscar de 2007, Ennio Morricone recibió por fin una estatuilla por parte de la Academia, en reconocimiento a su inmensa carrera. Un premio que llegó cuando Morricone ya no lo necesitaba, pero que, según reconoció, “finalmente me lo quedaré”.

Trece años más tarde, en medio de estas circunstancias tan particulares que vivimos, deja este mundo legándonos algunas de las bandas de sonoras de películas más famosas y hermosas que hayamos escuchado.

Su legado

Te queremos presentar la versión orquestada de una de sus más bellas composiciones, la del tema principal de la película La Misión

Y también, para que sigas disfrutando de la belleza de su música, te dejamos este link de su playlist en Spotify.

https://open.spotify.com/artist/1nIUhcKHnK6iyumRyoV68C?si=Hff8WN4FQnqKgDhQL5sLCw

Para concluir, queremos cerrar con una de sus famosas citas, las que indican que una producción tan sublime como la que nos dejó provino de la vida que tuvo, pues, aunque era arisco con la prensa y de trato difícil, nos indicó cuál era su más profundo amor:

“Me gusta componer música, pero más amo estar con mi familia”