ENOC 2020:

El encuentro fue presidido por Eduardo Palacios, destacado locutor nacional y fue iniciado con un saludo por parte del Ministro de Estado Baldo Prokurica y además con la lectura de las Sagradas Escrituras por parte del Senador Francisco Chahuán. Luego, el fundador de ENOC, el Doctor Honoris Causa en Teología y Filosofía Néstor J. Soto Godoy, quien además es escritor, socio de diferentes empresas del ámbito científico y artístico, y fundador de Fundación ArtLabbé compartió una reflexión acerca de los tiempos por los que atravesamos, los que describió como “tiempos de cambios”, diciendo:

“Nuestra idea es ayudar, apoyar y aportar a una visión de esperanza y tranquilidad en medio de una tormenta por la que atravesamos, mis palabras siempre están dirigidas a inspirar a las personas, cosa que Jesús siempre hizo con los suyos; he acuñado esta palabra por muchos años pues tiene una virtud muy grande:  infundir, fomentar, sugerir, transmitir, pensamientos, sentimientos, el corazón, a las personas que están buscando o necesitando de alguna forma algún consuelo o ayuda. También sirve para que ustedes, usando el mismo sentimiento puedan inspirar a muchas otras personas que están en el entorno de sus propias vidas(…) En tiempos como estos las palabras se hacen cortas y el tiempo se hace corto para decir tanto(…) Estos son tiempos de cambios y tenemos que entenderlo profundamente o al menos lo mejor que podamos(…) El asunto es que, aunque mucha gente no lo crea, muchas veces estos cambios son para mejor. Lamentablemente, a veces la manera en que se producen no es suficiente ni es la que debiera, sin embargo, siempre sirven para mejor si podemos transformar la desgracia en bendición, si podemos lograr que la desgracia del mundo se transforme en algo positivo. De manera que esta tiene que ser nuestra virtud”

El Dr. Soto continuó diciendo “Nada es para siempre” y explicó en que nuestro modo de vivir moderno creemos que todo va a permanecer igual eternamente, no obstante, una enfermedad hace que todo cambie, no sólo en el caso de una pandemia, y dentro de este contexto, una de las instituciones más afectadas es la familia, que es sometida a crisis psicológicas y estrés, lo que lleva por ejemplo a conflictos matrimoniales. En este contexto, la gente tiende a resistirse al cambio, pero ¿qué normalidad es a la que queremos volver? La vida es un constante cambio y la necesidad de esto es natural, de hecho, cuando el mundo no cambia los resultados no son buenos, es por eso que a veces los desafíos nos ayudan a entender que tenemos que cambiar. Luego de esto, explicó que esta reacción se funda en el miedo e interpeló, “¿qué haremos frente al miedo?”, y explicó como las filosofías modernas provocan vacíos, ya que no nos dan esperanza con respecto al presente o al futuro. “De manera que estamos enfrentados a una nueva realidad moral, ética y espiritual que está generando un vacío profundo, psicológico, emocional y espiritual. Necesitamos volver a Dios para enfrentar los grandes desafíos del mundo”.

Estas son sólo algunas de las reflexiones expuestas durante el encuentro, que concluyó con la lectura del Antiguo Testamento o Torá, por parte de Eduardo Simonsohn, representante de B´nai B´rith Internacional, y oraciones por Chile y el mundo, realizadas por la Senadora Carmen Gloria Aravena Acuña, la Diputada Catalina del Real, el Senador José García Ruminot, y el empresario argentino Andrés Murchison.

Como Fundación ArtLabbé, compartimos la importancia de inspirar, consolar y ayudar en tiempos de cambios, cuando la salud de un miembro de la familia deja de tomarse por sentado, y nos vemos enfrentados a la incertidumbre que depara el futuro, cuando, por ejemplo, uno de nuestros hijos recibe un diagnóstico desafiante. Hemos tenido el privilegio de ver como muchas familias salen adelante y se transforman en una inspiración para muchas más. En ese sentido, nuestras puertas están abiertas a todos los que necesiten del poder sanador del arte en tiempos en que la salud física y psicológica, adquiere un valor sin precedentes.

Finalmente, felicitamos a nuestra fundación hermana por su perseverancia, que inspiró a cientos de familias a lo largo del mundo a salir adelante, a vencer sus miedos, y a buscar el origen de todo: Dios, quien nos ha consolado y levantado de forma incesante a través de los siglos.