Fesiluz:

terminar el año con luces desde el oriente

Columna Editorial

La cultura cristiana no es la única que termina un ciclo anual incorporando la luz a sus festividades como lo hacemos con las velas, las luces del pino o la estrella.

También culturas orientales incorporan este símbolo a sus tradiciones de renovación. Quizás muchos conozcan la fiesta de Janucá judía, conocida también como la Fiesta de las Luces, donde se enciende un candelabro de nueve velas, recordando la milagrosa victoria de los Macabeos y pese a que no es estrictamente hablando el año nuevo judío, su origen etimológico es el de inaugurar, es decir: iniciar algo nuevo.

Sin embargo, aún más al oriente, la ancestral cultura china ha celebrado por miles de años el Festival de las Linternas Chinas de Sichuan, que ha llegado a tener una fama mundial por su gran belleza. Este año, el espectáculo llega por primera vez a Chile y Latinoamérica, y hasta el cinco de enero, podremos disfrutar, en el Parque de la Familia, de las magníficas luces, colores, gastronomía, artesanías y shows artísticos para entretención de todas las edades, lo que mantiene el sentido familiar de esta tradición ancestral.

El espectáculo se relaciona con las tradicionales Fiesta de la Primavera (Año Nuevo Chino) y el Festival de las Linternas (o faroles) y pese a que los orígenes de esta tradición son varios, a lo largo del tiempo el festival se posicionó como un patrimonio cultural inmaterial, atrayendo a miles de turistas a ver un espectáculo único, que ya se ha exhibido en Estados Unidos, Canadá, Irlanda, Reino Unido, Francia, Alemania, Japón, entre otros países.

Sus orígenes se atribuyen a muchas leyendas, lo que los hacen inciertos, pero no por eso su significado es menos hermoso. Por ejemplo, en Taiwanés, un dialecto del chino, “encender linternas” significa “iluminar el futuro” y “dar a luz”. Así, cuando el festival comienza, varias linternas de diferentes formas y tamaños se ven por toda la ciudad, recordando las imágenes y símbolos tradicionales chinos que pueden ser frutas, flores, aves, animales, personas o incluso edificios. Encender las luces es una forma de oración por un buen futuro personal y familiar.

En el caso chileno, una de las esculturas imperdibles que será exhibida es el Templo del Cielo de Beijing, una representación a escala del lugar construido en 1420, donde los emperadores celebraban los ritos y sacrificios para rogar por las buenas cosechas. Además, se harán semanalmente espectáculos propios de China, Chile, Venezuela, Perú, India, España y Colombia. La idea es ser un punto de encuentro cultural donde se expondrán, entre otros temas, los bailes y trajes típicos de cada una de las naciones, logrando en este sentido, un espectáculo fraternal entre naciones.

Todo este espectáculo se logró gracias al trabajo de Kuanhanyu (Pujiang) Cultural Tourism Co. Ltd. y Cutralco Producciones, quienes organizaron conjuntamente el Festival en nuestro país, además del patrocinio de ParqueMet y la Embajada de China.