«El arte y el espíritu hablan mediante el corazón; son lenguajes internos, íntimos, delicados, suaves, y a la vez fuertes, poderosos y transformadores. Tienen la capacidad de calmar y llorar, pueden gritar y susurrar; y pueden decir lo que no se puede formular con palabras porque entienden aquello primigenio que nuestro cerebro aún no es capaz de visualizar.»

 

Quizás es por esta razón que lo femenino ha estado presente en el arte desde tiempos ancestrales, pues muchas de estas características son compartidas con la naturaleza de la mujer: su don de engendrar, de ver más allá de lo que está a la vista, el instinto de proteger al débil y de hablar sobre la verdad sin destruir porque entienden cosas que aún no han sido dichas. El arte, el espíritu y la mujer parecen ser tres temáticas íntimamente unidas y es un hecho que cada vez hay más mujeres que están marcando la historia mediante el arte y el espíritu.

 

Hoy, en el Mes de la Historia de la Mujer, queremos destacar a algunas de ellas que han sido vanguardistas en su época, y han abierto campos que han ayudado a la humanidad a encontrarse con su interior; y, creemos firmemente, a contribuir en última instancia a su sanación:

Jane Austen

La última hija de siete hermanos, Jane creció en un ambiente intelectual en la era georgiana en Inglaterra, en medio de una familia respetada. Siempre fue cercana a su padre, quien era un Oxford alumni y el rector de una parroquia anglicana cercana. Además, era cercana a su única hermana, Cassandra, con quien hizo algunas colaboraciones.

En 1805 su padre murió producto de una corta enfermedad, provocando una gran inestabilidad económica en la familia. Ahora en sus treinta, Austen comenzó a publicar de forma anónima, y entre 1811 y 1816 escribió Sense and Sensibility, Orgullo y Prejuicio, Mansfield Park y Emma.

A los 41 años, se cree que contrajo la enfermedad de Addison, la que provocó que tuviera que dejar de escribir, falleciendo un año más tarde. Luego de su muerte, su hermano Edward anunció públicamente el talento literario de su hermana.

Hoy Austen es considerada uno de las mayores exponentes de la literatura inglesa, tanto por la academia como por el público general.

Sofia Duncan

Isadora Duncan nació en San Francisco, USA, el 27 de mayo de 1877 (aunque algunas fuentes dicen que fue en 1878). Sus padres se divorciaron cuando ella tenía seis años, y fue criada por su madre, quien era profesora de piano y profería una gran apreciación por las artes.

Duncan fue extremadamente precoz y a los seis años ya enseñaba movimiento a otros niños. Este rumor comenzó a correr en el vecindario y ya a los diez años daba clases a una audiencia mayor. Solicitó dejar el colegio público para dedicarse a la danza y recibió el tutelaje de la poetisa Ina Coolbrith.

En su adultez vivió una vida llena marcada por sus éxitos profesionales, tanto en Norteamérica como en Europa, y sus tragedias personales hasta su muerte (producto de un accidente automovilístico). Sin embargo, su legado en la danza es amplio, basándose en el estudio de la mitología griega, así como de su iconografía visual, la naturaleza y el cuerpo, logrando devolver naturalidad a la danza, quitándole rigidez e inventando un nuevo estilo coreográfico. Es considerada la madre de la Danza Moderna.

Yvonne Farrell y Shelley McNamara

El Premio Pritzker podría decirse que es el Nobel de la arquitectura, y este año lo ganaron dos arquitectas y socias irlandesas, que tienen una trayectoria profesional y académica de 30 años, así como una serie de importantes galardones. En el caso de este premio, el jurado destacó en ellas “su incansable compromiso con la excelencia”, así como que “sus edificios son ‘buenos vecinos’ que quieren aportar algo más allá de los límites de lo construido y contribuir a hacer de la ciudad un lugar mejor. Equilibrando fuerza y delicadeza, sus edificios académicos, cívicos y culturales, así como sus bloques de viviendas, son obras modernas e impactantes que nunca repiten ni imitan, y son, sin duda alguna, expresión de su propia voz arquitectónica”.

Farrell (1951) y McNamara (1952) se conocieron durante sus años en la Escuela de Arquitectura del University College Dublin (UCD). En su carrera, la dedicación a la docencia precede a la creación de su despacho. En 1976, recién licenciadas, fueron invitadas a ejercer como docentes en la misma universidad donde se habían formado y, dos años después, en 1978, y junto a tres socios más, establecieron en Dublín su despacho, Grafton Architects. También han hecho clases en Harvard y Yale, y aunque han construido la mayor parte de sus obras en su país, también lo han hecho en Italia, Francia y Perú.

Rachel Whiteread

Nació en Londres, en 1963. Estudió pintura en el Brighton Polytechnic y escultura en el Slade School of Fine Art. Es reconocida por ser una de las mujeres de su generación que ha producido esculturas de espacio público altamente relevantes, algunas de las cuales han sido nombradas monumentos.

Sus obras toman la técnica del vaciado, llenando de concreto en edificaciones (generalmente casas) prontas a ser demolidas, para llenar de memorias colectivas un espacio deshabitado.

Whiteread representó al Reino Unido en la Bienal de Venecia de 1997, y posiblemente una de sus obras más conocidas sea su instalación en el Judenplatz de Viena, que recuerda a las víctimas del genocidio Nazi de la Segunda Guerra Mundial. Se trata del llenado de un molde que representa una biblioteca llena de libros que ya nunca se podrán abrir porque ahora son de concreto. El espacio se cierra por una puerta frontal, también perteneciente al mismo bloque de hormigón, pero que no tiene chapa. De esta forma se recuerda las millones de vidas que se perdieron.

Actualmente vive y trabaja en Londres, y su trabajo pertenece tanto a colecciones públicas como privadas.

María Montessori

Nació el 31 de agosto de 1870, en Chiaravalle, Italia. Es una destacada educadora italiana que creó un sistema de aprendizaje basado en la creencia del potencial creativo de los niños, su entusiasmo por aprender y el derecho de cada niño a ser tratado como un individuo.

Fue la primera mujer italiana en graduarse de médico y trabajó en la clínica psiquiátrica de la Universidad de Roma, donde se interesó en la educación de niños con capacidades diferentes. Desde ahí comenzó a desarrollar un método nuevo de enseñanza, a la vez que continuaba sus estudios en filosofía, sicología y educación.

En 1907 abre la primera Casa dei Bambini (Casa de los Niños), un preescolar en un barrio vulnerable. En este lugar aplica su nueva metodología con niños sin condiciones especiales. Su éxito la llevó a abrir nuevas escuelas Montessori, en Europa, India y Estados Unidos.

Murió el 6 de mayo de 1952 en Holanda.  Su metodología podría resumirse en la siguiente frase que ella misma expresó:

 

“Ahora, lo que realmente constituye al profesor es el amor por el niño; ya que es el amor el que transforma el deber social del educador en una misión más elevada”

 

Sabemos que hay un sinfín de mujeres destacables en todas las ramas del arte y la sociedad. Hoy hemos querido inspirarte con la historia de algunas de ellas, ya que sin importar los desafíos a los que se enfrentaron, mantuvieron su misión clara y nos legaron un mundo más sensible y solidario, abriendo nuevos espacios para que hombres y mujeres pudieran seguir caminando sobre sus pasos.